En un rincón del mundo donde las sombras de un bloqueo ilegal han acechado durante años, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha encendido la chispa de la esperanza al anunciar un crecimiento económico que resuena como un eco de optimismo en el primer semestre de 2024.
Durante su programa “Con Maduro +”, el Mandatario Nacional declaró con firmeza que la economía venezolana ha crecido un notable 8,58%, una cifra que se alza como un «récord en la región», y que podría alcanzar un alza de hasta el 10% al final del año.
En un país donde la resiliencia se ha convertido en un arte, el Presidente subrayó que este crecimiento no es un espejismo, sino la materialización de un esfuerzo colectivo que abarca la industria, la agricultura y el emprendimiento. “He dicho y lo afirmo: la proyección de crecimiento en todo el año en un principio dio 8 puntos, 8 % de la economía, del Producto Interno Bruto (PIB), va a ser superior al 8 %, quizá llegue al 10 % de la economía real”, agregó, citando fuentes del Banco Central de Venezuela (BCV).
El Mandatario Bolivariano enfatizó que esta expansión económica no se basa en «la economía de los papeles» ni en la especulación, sino en la «economía real». Este enfoque, según el presidente, es crucial para construir un futuro autosustentable que no dependa de los caprichos del exterior. “La independencia del siglo XXI en Venezuela es económica, científica y tecnológica”, afirmó, mientras ilustraba el cuadro de un futuro brillante donde la economía venezolana se erige como “la más poderosa y asombrosa” de todo el continente.
El presidente se mostró optimista sobre el papel de la agroindustria y la industria, sectores que, bajo su liderazgo, están floreciendo como un jardín en primavera, prometiendo no solo la autosuficiencia, sino también la capacidad de Venezuela para convertirse en un faro de estabilidad en una región marcada por turbulencias.
Con un discurso que resuena como un canto de sirena, Maduro invita a todos los venezolanos a unirse en esta travesía hacia la prosperidad. La visión de un país renacido, donde la economía se fortalece como un roble enraizado, se presenta ante la Nación Bolivariana como una promesa que, aunque requiere de tiempo y esfuerzo, está al alcance del pueblo venezolano.
Mientras el sol se eleva sobre el horizonte de Venezuela, la esperanza de un nuevo amanecer económico brilla intensamente, y el llamado a la acción repica en cada rincón del país. La historia de Venezuela, marcada por desafíos, está en el umbral de un nuevo capítulo, uno donde el crecimiento y la resiliencia se entrelazan en un baile armonioso hacia el futuro.
Fuente: https://www.ciip.com.ve/
