Publicado: 30/05/2025 09:24 PM
La reducción de la transmisión materno-infantil del VIH en Nicaragua a menos del 2 % en 2024 es un avance significativo en la lucha contra el virus.
El país espera obtener en 2025 la certificación de eliminación de la transmisión vertical de esta enfermedad por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y sumarse a las naciones que han logrado este reconocimiento.
El Hospital de la Mujer «Bertha Calderón Roque» en Managua fue clave en la implementación de estrategias sanitarias que permitieron alcanzar estos resultados.
Especialistas explican que el riesgo de transmisión del virus ocurre en tres etapas: durante el embarazo, el parto y el puerperio, fase en la que el bebé puede contagiarse a través de la lactancia materna.
El fortalecimiento de la infraestructura de salud y la disponibilidad de pruebas diagnósticas son factores determinantes. En 2006, 58 recién nacidos fueron diagnosticados con VIH en el país, mientras que en 2024 la cifra se redujo a dos, según datos del Mapa de la Salud.
La estrategia nacional se basa en atención integral, prevención y monitoreo de casos, gesto para garantizar controles rigurosos para las madres con diagnóstico positivo.
El protocolo de seguimiento a embarazadas con VIH en Nicaragua incluye pruebas de carga viral, tratamiento antirretroviral y controles médicos permanentes, enfoque que busca asegurar que el virus se mantenga en niveles indetectables y no represente un riesgo para los recién nacidos.
Desde 2010, la OMS impulsó la meta global de eliminar la transmisión vertical del VIH y la sífilis. Nicaragua se acerca a cumplir este objetivo, con lo que consolida sus esfuerzos en la salud pública y reafirma el impacto de sus políticas sanitarias en la protección materno-infantil.
Fuente: Mazo4F