
Participación electoral: ¿Los opositores le hicieron caso a María Corina Machado?
Publicado: 30/05/2025 04:40 PM Durante el período de la campaña electoral de las elecciones regionales celebradas el pasado 25 de mayo, la derecha fascista, representada por María Corina Machado, llamó a la no participación de sus seguidores; esto con el fin de deslegitimar el proceso democrático. Sin embargo, históricamente la participación política y electoral en las democracias, constituye uno de los campos privilegiados de estudio de la ciencia y de la sociología política, lo que ha permitido estudiar el comportamiento de los electores en los distintos procesos comiciales. Después de años de inestabilidad política y dictaduras, el retorno de elecciones libres y justas en América Latina generó expectativas sobre una posible ola regional de entusiasmo con los procesos democráticos. Varias generaciones de electores que habían perdido el derecho a votar, pudieron regresar a las urnas. A pesar del entusiasmo que acompañó el periodo de restitución de la democracia en los países de la región, contrario a lo esperado, no se tradujo en altos niveles de participación ciudadana. Los investigadores Mateo Díaz y Payne en 2007, comentaron que “al comparar la participación electoral en Latinoamérica con la de otras regiones de mundo, se concluye que el promedio regional no es bajo, pero tampoco es muy alto”. Los estudios sobre el tema revelaron que existe una tendencia progresiva en la región que mostró un declive importante en la participación electoral, los investigadores Díaz y Payne explicaron que “en un periodo de veinte años, la tasa de participación media en elecciones presidenciales de los países de la región perdió alrededor de 5 puntos porcentuales, pasando de aproximadamente 75 por ciento a un poco menos de 70. Esta baja fue aún más notoria en elecciones legislativas, donde el promedio regional pasó del mismo 75 por ciento a menos de 65, una caída de 10 puntos porcentuales”. Esto coincide con los resultados de la investigación de la profesora de la Universidad del Zulia, Carmen Pérez Baralt llamada “Cambios en la participación electoral venezolana: 1998-2000” en la que explicó que “desde la instauración de la democracia en 1958, Venezuela se caracterizó por una masiva participación electoral, cercana al 90%. Desde finales de los años 80 la abstención comienza a aparecer con gran fuerza, primero en los procesos regionales, donde la abstención se ubica alrededor del 50%. En las elecciones nacionales, el primer aumento significativo de la abstención se produce entre 1988 y 1993, cuando pasa del 18% al 40%”. Añadió Pérez Baralt que “en 1998 la abstención registrada en la elección presidencial retrocede unos puntos, para colocarse en 36.2%. Sin embargo los llamados a referendo, tanto el que convocaba a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), como el que aprobaba la nueva Constitución, así como la elección de los miembros de la ANC, apenas fueron atendidos por dos de cada cinco inscritos en el Registro Electoral. La abstención se consolida como elemento permanente del comportamiento electoral venezolano en las elecciones de 2000, cuando alcanzó el 43.5% de la población inscrita”. El año 1999 estuvo dedicado políticamente a la consecución de la nueva constitución: el 25 de abril se llevó a cabo un referendo para convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, el 25 de julio se eligieron a los miembros de esta Asamblea, y por último el 15 de diciembre se aprobó el nuevo texto constitucional mediante un nuevo referendo. Estos procesos, que consolidaron la figura del presidente Chávez, estuvieron signados por los altos niveles de abstención: 62.2%, 53.7% y 55.6% respectivamente, diferente a cuando se celebran elecciones presidenciales. En cuanto al descontento nacional respecto al sistema político, que fue un factor que en procesos electorales anteriores motivó parte de la abstención, en esta oportunidad perdió una parte de su efecto cuando un sector importante de quienes se sentían insatisfechos, vio en Chávez una opción viable de cambio, incentivando su participación. Años más tarde, el Observatorio Internacional de Democracia Participativa (OIDP) evaluó el mismo proceso y encontró que durante las elecciones regionales de 2017, el Partido Socialista Unido deVenezuela(PSUV) se impuso en17 de los 23 estadosdel país, según losresultados oficialesanunciados por el Consejo Nacional Electoral (CNE). De acuerdo con el CNE, los candidatos de la oposición ganaron en cinco estados, la participación fue del 61,14%, un 7% más que en los anteriores comicios regionales. En esa oportunidad, la oposición venezolana, agrupada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), no reconoció los resultados de las elecciones regionales. Más adelante, durante las elecciones regionales de 2021, el portal de BBC Mundo publicó un artículo realizado por el periodista Daniel Pardo, en el que detalló que “con una participación el 40% del registro electoral, la oposición de Venezuela evidenció su crisis y el chavismo confirmó su poderío, de las 23 gobernaciones en disputa, el partido de gobierno se impuso en 20, mientras que los partidos de oposición ganaron en 3 estados, de acuerdo con los resultados publicados por el Consejo Nacional Electoral” Las regionales y municipales del 21 de noviembre fueron las primeras elecciones en cuatro años en las que participaron la mayoría de las fuerzas opositoras, que boicotearon anteriores comicios por considerar que no había garantía. La elección contó con la observación de varios entes internacionales, entre ellos las Naciones Unidas y la Unión Europea, y se produjo después de una inédita renovación de los directores del CNE en busca de mayor equidad. Añadió Pardo que “las elecciones le pasaron factura a los errores de la oposición:perdieron músculo electoral encuatroaños deboicot, anunciaron la participación demasiado cerca de la fecha de la contienda y llegaron a la misma divididos y peleados. A eso se añade que una parte de la oposición, aquella liderada por Leopoldo López y Juan Guaidó, llamó a sus seguidores a no participar. El antichavismo, además de estar dividido, sufre una crisis de representación a medida que los venezolanos que quieren cambio se desentienden de la política y concentran sus esfuerzos en resolver su día a día”. Ante esto, podemos concluir que las decisiones de participación electoral está asociada al tipo de elección (si es presidencial…