
Abril 2002: Cuando el Pueblo venezolano rescató a su presidente
Publicado: 18/04/2025 05:26 PM El 11 de abril de 2002, la derecha venezolana consumó un golpe de Estado que inició con una marcha convocada hacia el Palacio deMiraflores yfrancotiradores ubicados estratégicamente, para masacrar a sus propios seguidores y culpar al Gobierno del derramamiento de sangre. Ese mismo día se llevó a cabo la Masacre de Puente Llaguno, en la que murieron venezolanos en manos de la Policía Petropolitana (PM), dirigida por Iván Simonovis, Henry Vivas y Lázaro Forero. Esa jornada y durante la madrugada del 12 de abril, el presidente constitucional de Venezuela, Hugo Chávez, fue secuestrado por militares traidores y vendidos a los intereses norteamericanos, sacándolo del palacio a resguardo de los golpistas. Luego de esto, con el montaje de que Chávez había renunciado a la presidencia, ocurrió en menos de cuatro horas la autojuramentación presidencial del titular de FEDECÁMARAS, Pedro Carmona Estanga, la lectura del decreto que eliminó todos los poderes públicos, la destitución de los cargos de la Asamblea Nacional(AN) y la toma de los medios de comunicación para ponerlos al servicio de los golpistas. Ante este escenario y la persecución a los líderes del chavismo, el Pueblo bolivariano protagonizó una gesta popular para restablecer el regreso al poder de Hugo Chávez,que marcó para siempre la historia de la Revolución Bolivariana yel futuro político del país, sin vengarse contra los verdugos que lo persiguieron durante 48 horas. “¡Queremos a Chávez! ¡Chávez no renunció, lo tienen secuestrado!” Mientras los medios de comunicación callaban realidades, un fenómeno inédito en el mundo sucedía en nuestras calles, la información boca a boca, por teléfonos celulares y murales en las paredes, derrumbó la tesis del poder indudable que pueden tener estos; el Pueblo sabía que el día anterior había ocurrido algo muy diferente a lo que transmitían las televisoras. “¡Queremos a Chávez! ¡Chávez no renunció, lo tienen secuestrado!”, era el grito colectivo de un Pueblo que clamaba el retorno de su presidente legítimo. El sábado 13 de abril de 2002, desde tempranas horas de la mañana los venezolanos residenciados en Caracas y Miranda, que habían votado por el presidente Chávez, se fueron a las puertas del Palacio de Mirafloresy paralelamente iniciaron protestas en todo el país exigiendo el retorno del mandatario constitucional, quien permanecía secuestrado por factores golpistas en la base militar de la insular de La Orchila. EnCaracas, las principales autopistas que enlazan la ciudad capital con el oriente y occidente venezolano fueron trancadas por los manifestantes, mientras una multitud de ciudadanos bajaba de forma espontánea desde las barriadas populares, en los cerros, en dirección al Palacio de Miraflores. Con las consignas como: “Chávez, amigo, el Pueblo está contigo” y “Chávez no renunció, lo tienen secuestrado”, el Pueblo revolucionario copó las calles adyacentes al palacio presidencial bajo un silencio mediático intencional de los principales canales de televisión que se limitaron a transmitir películas y series de dibujos animados. Alrededor de un millón y medio de personas exigían en todo el país el respeto a laConstituciónNacional y el regreso de Chávez, quien oficialmente no había renunciado a la presidencia pese a un comunicado del grupo golpista que así lo había informado de manera falsa en cadena nacional. En tanto, la emblemática42.ª Brigada de Infantería Paracaidistadel Ejército venezolano con asiento en la ciudad deMaracaydel estado Aragua, declara su adhesión al orden constitucional y activa laOperación de Rescate de la Dignidad Nacional, a la que rápidamente se plegó laGuardia de Honor Presidencialenunión cívico-militarcon el Pueblo reunido en Miraflores. Al advertir el movimiento de las tropas y la multitud de ciudadanos en torno a la sede de Gobierno, los golpistas que permanecían dentro del palacio presidencial comenzaron a huir de forma apresurada. Recuperadas las instalaciones del Palacio de Miraflores, Diosdado Cabello, el entonces vicepresidente ejecutivo,fue juramentado como presidente provisional de Venezuela según lo establecido en el artículo 234 de la Carta Magna. Horas más tarde, en lamadrugada del 14 de abril, ungrupo comandointegrado pormilitares lealesrescató al presidente Chávezde la Isla de la Orchila y lo llevó hasta Miraflores donde fue recibido por una multitud que coreaba: “¡Volvió, volvió, volvió!”. Tan solo 48 horas bastaron para que el Pueblo y las Fuerzas Armadas en perfecta unión cívico-militar rescataran al líder de laRevolución Bolivarianay lo instalaran nuevamente en el poder, derrotando a la brevedictadura oligarcafraguada por elementos de la derecha venezolana, el sector empresarial, la Iglesia Católica y el imperialismo estadounidense. Desde entonces, launión cívico-militarha sido el factor determinante para impedir una y otra vez las pretensiones conspirativas de la derecha que ahora se ciernen sobre el Gobierno del presidenteNicolás Maduroen forma de un golpe de Estado continuado. Abril marcó un hecho inédito para el país, experimentando una guerra psicológica contra miles de seguidores de la oposición quienes fueron usados como carne de cañón para derrocar a un gobierno legítimo. “A Dios lo que es de Dios, al César lo que es del César y al Pueblo lo que es del Pueblo”, fueron las primeras palabras del Comandante Chávez a su llegada al Palacio de Miraflores. Durante los últimos 23 años, la derecha venezolana persiste en tratar de socavar las bases establecidas en la democracia popular y participativa, frente a ello, el Pueblo seguirá defendiendo los logros obtenidos desde la llegada de la Revolución Bolivariana en 1999. AMELYREN BASABE/ Fuente: Mazo4F